Cambios que ocurren entre los 12 y 24 meses de edad:
El niño al fin comienza a andar. Ahora un nuevo mundo se abre ante él. Su autonomía aumenta y se da cuenta de que es capaz de hacer muchas cosas por sí mismo. Sin embargo, se acerca a la etapa de las rabietas y los celos. Aún es incapaz de entender ciertas normas y límites.
El peso se estanca, esto se debe a que ahora está en movimiento, gatea, camina y gasta más energía.
Es el momento dónde empieza a comer solo, empieza a mostrar predilección por algunos alimentos y rechazo por otros. El sistema digestivo está maduro y salvo que tenga alguna alergia o intolerancia puede comer de todo (evitar la sal y el azúcar).
Imitan acciones de adultos.
Hablan y entienden palabras e ideas.
Disfrutan historias y experimentan con objetos.
Caminan firmemente, suben escaleras, corren.
Afirman su independencia, pero prefieren gente que les es familiar.
Reconocen la propiedad de objetos.
Desarrollan amistades.
Resuelven problemas.
Muestran orgullo de sus logros.
Les gusta ayudar con las tareas.
La estimulación y el acompañamiento son importantísimos. Debemos apoyarlos para que mejoren sus habilidades motoras, de lenguaje y pensamiento. Hablarles, leerles cuentos, cantarles.
Desarrollar su independencia, darles objetos para que vean cómo funcionan, que pasa con ellos en distintas situaciones, dejarlos explorar en un ambiento controlado y seguro. Darles la oportunidad para jugar y explorar.
Es un buen momento para empezar a incorporar algunas rutinas como la hora del baño, sentarse a la mesa para comer, la hora del sueño.
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